miércoles, 23 de diciembre de 2009

¿Un Franco dictador en Suramérica? Paraguay en remojo

Por: Plácido R. Delgado

Federico Franco es el actual vicepresidente del Paraguay. Llega allí por la alianza electoral de su partido, el PLRA, en los últimos comicios presidenciales y el cual se supone es bastión del gobierno en un congreso dominado por la derecha. De un tiempo para acá se escuchan rumores de golpe de estado en esas latitudes, alertadas incluso por el mismo Fernando Lugo.

Preocupante ruido que parece in crescendo, sobre todo por las declaraciones agresivas de este vicepresidente en contra de su jefe, en presencia nada más y nada menos que de una apestosa ave de mal agüero como lo es el Jefe del Comando Sur de USA. Resulta extraño que el primero se lance a amenazar a Lugo, mientras el rapaz despotrica desde allá contra nuestro Líder y la Revolución.

No son minucias. Franco dice, en claro apoyo a la derecha que trata de fraguar un juicio contra un presidente elegido democráticamente, que está listo para asumir la presidencia del Paraguay si el congreso decide destituir a su primer mandatario. Lo que adelanta Lugo es una política de transformación de un estado burocrático y minado por groseros negocios de su oligarquía ¿Suena familiar? ¿Acaso las ratas neoliberales de ese país piensan que Lugo se mete en “Honduras”? Existen semejanzas con los hechos fascistas que se desarrollan en la tierra de Morazán que hacen pensar que esa república hermana está siendo acechada por ratas, halcones y gorilas.

Mientras la sarna golpista amenaza con exacerbarse en la derecha paraguaya, el jefe del Comando Sur de USA, Douglas Fraser expresa desde allí su “preocupación” ante el armamento adquirido por Venezuela ¡Invitado por el Comandante del ejército paraguayo! Menudo emparedado en el que está Lugo: Entre el comandante de una flota extranjera, quien se siente como en su patio sin pararle bolas y un vicepresidente presto a sacarle la silla ante un congreso amenazante. Al igual que ustedes no creo en coincidencias, Fernando Lugo debe poner su espesa barba en remojo. Fraser arroja un elemento esclarecedor para quienes aun tienen dudas sobre las verdaderas razones para instalar bases en las cercanías de nuestro país cuando ladra “Tenemos que monitorear esa armas”.

Recordando lo expresado por Müller Rojas, quien señaló que en Honduras la oligarquía, además del poder económico también detenta el militar, encontramos algo parecido en Paraguay como componente en el prolegómeno de un golpe. Si a ello agregamos el sabio pronóstico del Comandante Fidel sobre la media docena de gobiernos que se aliarían al imperio para tratar de impedir el proceso de cambios en el continente, podemos discernir con tino de cuales se trata. Todos ellos fungirán de “bases expedicionarias” en el empeño yankee por reeditar la infestación de miserias, presentida hace 180 años por el Libertador. Las oligarquías se atrincherarán en sus madrigueras.

Aruba y Curazao se suman a la amenaza. Nuestro presidente lo ha señalado claramente desde Copenhague denunciando al gobierno de Holanda sobre su apoyo inmoral al imperio en su afán de dominación y específicamente en planes para una invadirnos desde sus territorios insulares en el Caribe. Esto, que ya era previsto, se acelerará con el patético papel de USA y sus acólitos en la Cumbre Climática. Como pocas veces, Washington y todo lo que representa han sentido la bofetada de los Pueblos del Mundo ante su cinismo e hipocresía con el planeta. Los líderes del ALBA han revolucionado la conciencia ecológica en el orbe mientras Obama se perfila como un consumado artífice de miserias capitalistas. La hidra imperial está herida.

El aleteo del ALBA ha producido un huracán en Dinamarca. El clima socialista cambiará el inhumano sistema imperante, pero no será por las buenas.

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