"Matrimonio" homosexual
La palabra se volvió objeto de marketing para uso de ignorantes. Su precisión esta siendo avasallada tan aceleradamente que podemos vislumbrar una nueva Torre de Babel. Hoy día, ya no se puede iniciar un debate serio sin primero definir conceptos.
Esto nos esta ocasionando dificultades de relacionamento, jurídicas y de formación humana que tendrán a mediano y largo plazo consecuencias imprevisibles.
Se decía "Al pan, pan y al queso, queso". Con la lógica del marketing de la ignorancia, en nombre de la "no discriminación" escucharemos decir: – Llamemos al "mulo" "caballo", total... son "casi" iguales! Al pan y al queso "comida", total... los dos se comen!
Hasta ahora, la ciencia es la única que no permite que le prostituyan "su" vocabulario porque seria catastrófico dejar que, bajo la misma excusa, al "tres" y al "cinco" los llamaran simplemente "números" o al "bicarbonato de sodio" y a la "cocaína", "polvos blancos". Diferentes denominaciones, no son DISCRIMINACION, ¡son PRECISION! La precisión es una realidad y la discriminación es un sentimiento subjetivo.
Se aprobó en España una ley que acepta el "matrimonio" homosexual; reemplaza las palabras "marido" y "mujer" por "conjugue" y las palabras "padre" y "madre" por "progenitor".
¿Porque una situación nueva, como el reconocimiento legal de la unión de dos personas del mismo sexo, necesita USURPAR la denominación precisa y milenaria de la unión entre hombre y mujer? (con esta lógica seguiríamos llamando máquina de escribir al computador).
Acaso no se puede elegir para la nueva situación una nueva denominación, como, por ejemplo, "Voto de Parentesco" u otra, regulada por derechos y obligaciones mutuos, similares a los del matrimonio entre hombre y mujer?
¿Porque eliminar de los documentos las palabras "marido" y "mujer" para remplazarlas por una genérica como "conjugue", que no tiene la misma precisión intrínseca, en nombre de la no-discriminación? ¿No seria más coherente dejar a los anteriores con lo que les corresponde y denominar de otra forma, a los componentes de la nueva situación?
Por favor, en honor de la cordura, dejemos la denominación de "padre" y "madre" para los que lo sean. Y pongamos la imaginación a trabajar para ir encontrando nuevos nombres para las nuevas situaciones que se nos vayan presentando, antes de que, por ignorancia, eliminen o usurpen las palabras "hijo", "hija", "hijastro" y "adoptivo" y las cambien por "chicos en situación de casa".
Maria João Soares Etiquetas:
La palabra se volvió objeto de marketing para uso de ignorantes. Su precisión esta siendo avasallada tan aceleradamente que podemos vislumbrar una nueva Torre de Babel. Hoy día, ya no se puede iniciar un debate serio sin primero definir conceptos.
Esto nos esta ocasionando dificultades de relacionamento, jurídicas y de formación humana que tendrán a mediano y largo plazo consecuencias imprevisibles.
Se decía "Al pan, pan y al queso, queso". Con la lógica del marketing de la ignorancia, en nombre de la "no discriminación" escucharemos decir: – Llamemos al "mulo" "caballo", total... son "casi" iguales! Al pan y al queso "comida", total... los dos se comen!
Hasta ahora, la ciencia es la única que no permite que le prostituyan "su" vocabulario porque seria catastrófico dejar que, bajo la misma excusa, al "tres" y al "cinco" los llamaran simplemente "números" o al "bicarbonato de sodio" y a la "cocaína", "polvos blancos". Diferentes denominaciones, no son DISCRIMINACION, ¡son PRECISION! La precisión es una realidad y la discriminación es un sentimiento subjetivo.
Se aprobó en España una ley que acepta el "matrimonio" homosexual; reemplaza las palabras "marido" y "mujer" por "conjugue" y las palabras "padre" y "madre" por "progenitor".
¿Porque una situación nueva, como el reconocimiento legal de la unión de dos personas del mismo sexo, necesita USURPAR la denominación precisa y milenaria de la unión entre hombre y mujer? (con esta lógica seguiríamos llamando máquina de escribir al computador).
Acaso no se puede elegir para la nueva situación una nueva denominación, como, por ejemplo, "Voto de Parentesco" u otra, regulada por derechos y obligaciones mutuos, similares a los del matrimonio entre hombre y mujer?
¿Porque eliminar de los documentos las palabras "marido" y "mujer" para remplazarlas por una genérica como "conjugue", que no tiene la misma precisión intrínseca, en nombre de la no-discriminación? ¿No seria más coherente dejar a los anteriores con lo que les corresponde y denominar de otra forma, a los componentes de la nueva situación?
Por favor, en honor de la cordura, dejemos la denominación de "padre" y "madre" para los que lo sean. Y pongamos la imaginación a trabajar para ir encontrando nuevos nombres para las nuevas situaciones que se nos vayan presentando, antes de que, por ignorancia, eliminen o usurpen las palabras "hijo", "hija", "hijastro" y "adoptivo" y las cambien por "chicos en situación de casa".
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